Bushidō
Durante largos periodos de inestabilidad, los samuráis se enfrentaron día a día con los horrores de la guerra y con la posibilidad de su propia muerte, por lo que muy seguramente todos eran conscientes de ese riesgo.130 Los preceptos clásicos del bushidō (武士道 lit. «Camino del guerrero»4 ?) aparecieron por primera vez compilados en un breviario conocido como Hagakure a principios del siglo XVIII.131 En él aparecían algunos consejos prácticos aplicables al comportamiento samurái y el tema de la muerte tiene una importancia central en la obra.132
La principal diferencia entre el bushidō y la caballería europea está en que, en el primero hay una total ausencia de amor cortés.133 Cuando las mujeres hacen aparición en las heroicas historias samurái, suele ser como una respuesta de auto-inmolación, como cuando se suicidaban debido a que el castillo en el que se encontraban caía en manos enemigas.133
El mayor dogma del bushidō radicaba en el aspecto de reforzar la idea que tenían los samuráis de sí mismos como miembros de una élite superior al resto de la sociedad. Solían referirse a los ashigaru como «sus inferiores»134 y a los extranjeros como «bárbaros».135 El bushidō además, alentaba a los dirigentes —incluso a los del país— a participar en los conflictos armados. Se suponía que todo comandante debería de permanecer en un taburete de tijeras en la retaguardia durante toda la batalla e incluso muchos participaban activamente en las contiendas.136 Son escasos los personajes que no estuvieron presentes con su ejército en batalla, como en el caso de Hideyoshi, cuando envió sus tropas con la finalidad de invadir Corea.136
Zen
El budismo fue llevado a Japón desde China durante el siglo VI y desde ese momento se expandió por todo el archipiélago. Durante la época de los samuráis existían diversas variantes o sectas de esta misma filosofía, aunque la mayoría de los guerreros optaron por el budismo de tipo Zen.137 El Zen enseña a sus seguidores a buscar la iluminación y salvación a través de la meditación, la cual se conseguía con mucha disciplina. Dado que el objetivo final de esta filosofía es buscar la armonía espiritual, la cual lleva a un «fluir entre la vida y la muerte», muchos guerreros se sintieron identificados y atraídos hacia ella.137
Seppuku
Un aspecto al que se daba mucha importancia era el anhelo de morir por su señor o por su causa. Esto se veía resumido en la práctica del seppuku, un suicidio ritual que era visto en la sociedad japonesa de la época con gran respeto y admiración.133 Un ejemplo claro es el caso del famoso samurái Torii Mototada, quien, a pesar de verse en condiciones adversas enfrentando a un enemigo sumamente superior, logró ganar el tiempo suficiente para que su señor Tokugawa Ieyasu huyera y pudiera armar un ejército de grandes proporciones y ganar finalmente en la Batalla de Sekigahara. Después de resistir el asedio delCastillo Fushimi por catorce días, cometió seppuku para evitar la vergüenza de la derrota.134 La práctica del seppuku también se extendía en el caso de que se buscara reparar algún error cometido, como un modo de protesta o como una manera de seguir a su propio señor a la muerte.134
Benefactores del arte
Un aspecto de los samuráis casi desconocido en la actualidad son las aportaciones al arte que realizaron algunos daimyō durante la historia de Japón. Muchas de estas familias tenían una excelente formación en literatura y estética del mismo modo que dominaban tácticas de guerra. Algunos personajes que destacan por sus aportes hacia el arte son Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi, los cuales comenzaron la unificación del país durante el periodo Azuchi-Momoyama mediante sangrientas guerras.
Los samurái a menudo escuchaban y tomaban parte en la ejecución de actividades musicales como parte de sus prácticas diarias para enriquecer sus vidas y conocimiento.
Hideyoshi fue el personaje por el cual la ceremonia del té se convirtió en un arte. La gran ironía es que los recipientes para esta ceremonia eran traídos desde Corea, país que Hideyoshi invadió en dos ocasiones. Hideyoshi contrató a dos hermanos quienes, bajo la supervisión del famoso maestro del té Sen no Rikyū, crearon el estilo raku de recipientes.138 Otro daimyō que aprovechó los alfareros coreanos fue el del clan Shimazu de Satsuma, el cual hizo famosa a la región.138 Otro ejemplo son las aportaciones que hizo Oda Nobunaga al Nō (能?), al cual solía recurrir frecuentemente.139
Gastronomía
El arroz ha sido desde tiempos remotos la base de alimentación de la sociedad japonesa. Esto se hizo extensivo también a los samuráis, sobre todo después de mediados del siglo XV, cuando el arroz formó parte de su dieta regular.140 El arroz era cocido de distintas formas, ya fuera en una cacerola mezclado con yasai (verduras) y nori(algas), sólo al vapor o en forma de onigiri (bolas de arroz). Se solían preparar también mochi (pastelillos de arroz) con harina de arroz o una mezcla de arroz y harina de trigo.140 Durante mucho tiempo fue un problema cocinar el arroz en medio de las campañas, pero Tokugawa Ieyasu ideó un método para ello: proveyó cascos de hierro a sus miembros de infantería y dentro de ellos se cocía el arroz.141
Además del arroz se encontraba el tempura, platillo derivado de la cocina portuguesa y cuyo nombre deriva de «tempora» o «tiempo»,142 y los sashimi tal y como lo conocemos hoy en día.141 Durante los banquetes de despedida los guerreros compartían kachi-guri (castañas secas), konbu (alga marina) y sake. Estos alimentos se disponían en tres cuencos simbolizando el cielo, el hombre y la tierra.141 Este ritual cambiaba considerablemente respecto al realizado por los piratas del mar, los cuales acostumbraban comer pulpo debido a que éstos pueden defenderse en ocho direcciones al mismo tiempo.141
Pederastia
Los samuráis practicaban un tipo de pederastia similar al griego llamado wakashudō (若衆道? «el camino de la juventud»), o simplemente shudō. En este sistema, elnenja, la parte activa y protectora de la pareja, era el de mayor edad, y el chigo o wakashu, la parte pasiva, el aprendiz, era el más joven; su relación se basaba en las obligaciones y la lealtad mutuas.143 144
[...] la mayoría de los que saltan al campo de batalla, rechazando a los enemigos y acompañado a sus señores hasta el final, son los compañeros sexuales de sus señores [gomotsu].Anónimo, siglo XVII.145
El wakashudō era considerado por algunos moralistas como necesario para lograr «gentileza en el discurso» y «refinamiento del comportamiento educado»,146 además de que se esperaba que el amante más joven diera su vida por el otro.145 Existen innumerables ejemplos tanto en la vida real como en la literatura de este tipo de relación, que no impedía a ninguno de los dos componentes tener relaciones sexuales con mujeres. Por ejemplo, se cree que más de la mitad de los shogunes entre 1338 y 1837 tenían este tipo de amantes.146 Existen además una gran cantidad relatos sobre el tema, como el titulado «Trágico amor de dos enemigos» de Cuentos del espíritu del samurái (1688) de Ihara Saikaku, sobre dos samuráis cuyo amor entra en conflicto con sus deberes.145
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